Tras meses hablando del tema, por fin nos decidimos a afrontar este reto. Tras haber ido a Coballes el día anterior para disfrutar de la berrea, y hacer noche en el Condao, nos pusimos las botas decididos a subir este emblemático pico, que se alza entre los concejos de Caso y Ponga.
Tras un breve paso por el embalse de Rioseco, dejamos el coche en Pendones y nos pusimos en marcha. Hoy estábamos Elisa, Laura, Don Pablo y Juan (un servidor), ya que por desgracia René se había puesto malo la noche anterior y no pudo acompañarnos.
Al poco de emprender el camino ya tuvimos una buena vista de la Foz del Palombar y el Tiatordos alla arribones.
Tras una subida progresiva hasta el pie de la Foz, empezó un pindiu camín ya enfilando hacia les faldes del monte.
Aquí en la foto Laura y nuestro invitado especial, un pastor alemán que nos acompañó a lo largo de toda la ruta, desde Pendones hasta la cima del Tiatordos.
A nuestra espalda vamos dejando el bosque de Redes, que cubre las montañas hasta las cumbres nevadas.
Tras pasar la última fuente perdimos la senda y nos metimos por el bosque, aunque por suerte, tras traspasar todo un felechal, encontramos de nuevo la senda.
Y por fin estamos en la falda, y nos queda el último repecho hasta la cumbre.
Las vistas preciosas, con el parque de Redes ya a nuestros pies.
A esta altura ya comenzamos a caminar por pequeñas manchas de nieve, las primeras de lo que parece ser un invierno anticipado.
Magníficas vistas del bosque de Redes, con el cordal del Mongallu y el valle del Tabayón al fondo.
En esta foto Don Pablo, poniendo en práctica sus habilidades de escalada en roca
Por suerte este camino está bien señalizado con multitud de jitos.
Cuando por fin llegamos al cortado, una vista impactante se descubre ante nuestros ojos. Más allá del gran cortado vertical del Tiatordos, se observan los pueblos de Taranes y Beleño y el picu Pierzu, en Ponga. Más allá los montes de Amieva y al fondo el mar, la Sierra del Cuera y el Cornión de Picos de Europa.
Una vez allí solo nos quedó cordalear hasta la cumbre, donde dimos buena cuenta de nuestros bocatas.
De izquierda a derecha: Laura, Juan, Elisa, Don Pablo y el Cornión
Y aquí, Laura y Elisa con el cortao del Tiatordos. Tras ellas, al fondo, se distingue la Sierra del Sueve
A la vuelta seguimos a una pareja que nos precedía entre las rocas.
Ya de vuelta en la falda, nos disponemos a seguir la bajada, con Peña Ten cubierta de nieve al fondo de la foto.
A la puesta de sol, ya llegábamos al pueblo de Pendones, una última mirada al Tiatordos através de la foz. Tras pasar por nuestro campamento base en el Condao, un café y de vuelta a casa.
Entradas
